jueves, 11 de diciembre de 2008

Nuestra Señora de Guadalupe…

...Reina de México y Emperatriz de América...

Fue una mañana del 12 de diciembre de 1531, cuando la Santísima se apareció en el Tepeyac, México, a san Juan Diego, apenas diez años después de la conquista de México. La madre de Dios viene para dar a conocer el evangelio a sus hijos nativos del nuevo continente y para "mostrar y dar todo su amor y compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre. La Virgen trajo reconciliación y no división entre los nativos y los españoles. Les ayudó a ambos a comprender que la fe cristiana no es propiedad de nadie sino un don de amor para todos.

Cuando Juan Diego pasaba por el Cerro del Tepeyac para llegar a Tlatelolco, escuchó el canto de muchos pájaros y una voz que le decía: "Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?" Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios. He venido hasta aquí para decirte que quiero que se me construya un templo aquí, para mostrar y dar mi amor y auxilio a todos ustedes".La Virgen le dijo a Juan Diego que fuera a ver al Obispo y le contara lo que Ella le había dicho. Juan Diego salió de la casa del Obispo muy triste porque no le creyó. Entonces fue al Cerro del Tepeyac a pedirle a la Virgen que mejor mandara a un hombre más importante porque a él no le creían. El Obispo le dijo que le trajera una señal, es decir, una prueba de que la Señora de verdad era la Virgen. Ella le pidió que subiera a la punta del cerro a cortar unas rosas y las guardara en su ayate. Juan Diego se sorprendió de aquella orden, pues era invierno y no era tiempo de rosas. Sin embargo, obedeció y encontró las rosas tal como la Virgen le había dicho. Se las llevó y Ella le dijo: "Hijo mío, el más pequeño, estas rosas serán la prueba que llevarás al obispo. Juan Diego fue de nuevo a ver al Obispo y le dijo que la Virgen le había mandado la prueba de que Ella era realmente la Virgen. Al soltar su ayate, las rosas cayeron al suelo y apareció dibujada en la tela la preciosa imagen de la Virgen de Guadalupe. Fue entonces cuando el Obispo creyó que la Virgen quería que le construyeran en ese lugar un templo.

En los 7 años después de las apariciones 8 millones de nativos se convirtieron a la fe católica. Esto representa un promedio de 3000 conversiones diarias. Si recordamos que por la predicación de San Pedro el día de Pentecostés se convirtieron 3000 hombres, podemos apreciar que la Virgen inició un verdadero Pentecostés que duró 7 años. La Virgen de Guadalupe es muy importante para la fe de todos los mexicanos, pues en ella nuestra Madre del Cielo manifestó claramente su amor de predilección por este pueblo, dejando un hermoso mensaje lleno de ternura y dejando su imagen grabada en un ayate como muestra de su amor. “No hizo nada igual con ninguna otra nación”-dijo el Papa Benedicto XVI.

-“Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena felicidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.” -Papa Juan Pablo II.

“¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa”.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

EL BORDADO DE DIOS

Cuando yo era pequeño, mi Mamá solía coser mucho.
Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba que estaba haciendo,
Ella me respondía que estaba bordando.

Yo observaba el trabajo de mi Mamá desde una posición mas baja
que donde estaba sentada ella, así que siempre me quejaba
diciéndole que desde mi punto de vista
lo que estaba haciendo me parecía muy confuso.

Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía:

"Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado
te pondré sobre mi regazo y te dejare verlo desde mi posición" .

Me preguntaba por que ella usaba algunos hilos de colores oscuros
y porque me parecían tan desordenados desde donde yo estaba.

Unos minutos mas tarde escuchaba la voz de mi Mamá diciéndome:

"Hijo, ven y siéntate en mi regazo."

Yo lo hacia de inmediato y me sorprendía y emocionaba
al verla hermosa flor o el bello atardecer en el bordado.

No podía creerlo; desde abajo se veía tan confuso.

Entonces mi mamá me decía:
"Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado,
pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba.

Había un diseño, solo lo estaba siguiendo.
Ahora míralo desde mi posición y sabrás lo que estaba haciendo."

Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho:

"Madre Maria, ¿que estas haciendo?

Ella responde: "Estoy bordando tu vida."

Entonces yo le replico: "Pero se ve tan confuso, es un desorden.
Los hilos parecen tan oscuros, ¿porque no son mas brillantes?"

Ella parecía decirme:

"Mi niño, ocúpate de tu trabajo haciendo el mío un día te traeré
al cielo y te pondré sobre mi regazo para convivir por la eternidad Con Aquel que te abrió las puertas del Cielo"


"Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas". Salmos.119:27

"Mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos, dijo Dios".